El Club Melilla Baloncesto sumó su segundo Copa Príncipe en el año 2001, el primer titulo logrado en la Ciudad Autónoma. Una Copa Príncipe donde el club logró una de las hazañas más importante en esta competición y se impuso contra todo pronostico en un torneo donde Cantabria, Manresa y León partían como favoritos. En ese titulo Alberto Alzamora tuvo una papel protagonista logrando el MVP del torneo. Junto a él repasamos como fue la consecución de ese segundo titulo para el club.

El alapívot balear recuerda que el camino para conquistar esa segunda Copa Principe no fue sencillo, ya que en semifinales tuvieron que derrotar a todo un Baloncesto León y en menos de doce horas jugar la gran final ante el Manresa del ‘Chapu’ Nocioni: “No íbamos como favoritos y además habíamos tenido un partido muy duro el día anterior ante Baloncesto León. Jugar al día siguiente, después del esfuerzo realizado hacía apenas doce horas, nos pasó factura en los primeros minutos ante Manresa”.

Una final donde Alzamora recuerda que el equipo estuvo a un gran nivel, y con ayuda de un público entregado, no dio opciones al conjunto catalán: “Conseguimos enganchar un par de buenas acciones y con el apoyo que tuvimos del público durante todo el fin de semana nos vinimos arriba. Comenzó a salirnos todo y aunque ellos lo intentaron no les dimos opción alguna”.

Los melillenses no eran ni mucho menos favoritos y llegaban a la cita copera en una delicada situación en la fase regular. El hecho de no tener ningún tipo de presión, junto con un vestuario unido y los cambios producido en el banquillo y la plantilla hacia poco tiempo, fueron para Alzamora las claves del triunfo: “Al no llegar como favoritos nos quitamos cualquier tipo de presión que quizás si teníamos en liga. Se notó mucho el cambio de banquillo que tuvimos semanas antes con Javi Nieto, porque con él estábamos más tranquilos y jugábamos con más confianza. Nos dio la química necesaria para lograr todo lo que conseguimos porque la temporada hasta entonces había sido muy dura con muchos cambios de jugadores”.

“El público estuvo genial durante todo el fin de semana pero otro de los factores claves fue que todos estuvimos a un nivel muy alto. Cualquier jugador que saltaba a la pista aportaba. Esa fue la clave para poder conquistar la Copa”, añade el interior acerca de donde estuvieron las claves de esa final.

Un título donde Alzamora se hacía con el MVP tras cuajar un fin de semana de ensueño. Un galardón un tanto inesperado ya que la trayectoria hasta el torneo no había sido la mejor para el mallorquín: “Venia de una racha muy mala y de estar jugando sin mucha continuidad, lo que no me permitía coger confianza. A raíz de la llegada de Javi Nieto empecé a tener más protagonismo, aumenté mi confianza y veía el aro más grande”.

“Personalmente fue una satisfacción muy grande. Esa temporada hice una apuesta personal por jugar fuera de Mallorca, donde llevaba ya muchos años asentado jugando en Inca. Necesitaba un estimulo más que era salir a jugar fuera de la isla y en Melilla lo tuve. Los comienzos no fueron buenos pero a raíz del fin de semana de la Copa cogí mucha confianza y todo fue a mejor”, explica sobre lo que supuso personalmente para él lograr la Copa y sumar el MVP del torneo.

Ya con la mente puesta en el presente, Alzamora cree que Melilla Baloncesto tiene bastantes opciones de lograr su cuarto titulo, si bien cree que tendrán que hacer un buen partido ante un rival al puede pesarle la presión: “Veo a Melilla Baloncesto bastante bien. Esta temporada tienen un equipo de garantías tras unos años de altibajos. A Quesos Cerrato tuve la oportunidad de verlo en Palma y me pareció un equipo increíble pero puede que le traicionen los nervios de jugarla en casa. Eso también hace que Melilla Baloncesto se quite la vitola de favorito y es un factor que le puede ayudar. Nos veo tanta descompensación entre ambos equipos a pesar de la diferencia en la clasificación y además a un partido siempre pueden pasar muchas cosas”.