Bálsamo. Eso es lo que ha supuesto la victoria del Club Melilla Baloncesto ante Liberbank Oviedo Baloncesto por 75-78. Los melillenses creyeron para remontar una desventaja de doce puntos en el tercer cuarto y llevarse un final apretado en una de las canchas más complicadas de la LEB ORO como Pumarín.

El choque comenzaba con un intercambio de canasta entre ovetenses y melillenses. Las alternancias en el mando del partido eran continuas, y es que ninguno de los equipos era capaz de marcar diferencias más allá de los cincos puntos. En el tramo final de este primer acto era Alcoba quien mostraba primero las cartas colocando al equipo en zona, pero el resultado no fue el deseado y los locales conseguían llevarse este primer acto (21-17).

Sin título-11Los problemas a la hora de anotar y las perdidas, una tónica en los azulinos, hoy de blanco, esta temporada, eran aprovechados por los de Javi Rodríguez para abrir brecha gracias a unos inspirados minutos desde la línea de tres puntos (34-21, min. 16). Liberbank Oviedo se colocaba en zona, pero tampoco le funcionó al cuadro ovetense y Melilla Baloncesto reaccionaba para bajar la diferencia a ocho puntos (34-26), tras una canasta y adicional de Urtasun.  El final del cuarto fue un intercambio de canastas que poco o nada alteró el ritmo del partido y que hacia que se llegase al descanso con diez puntos de ventaja a favor de los asturianos (40-30).

Tras el paso por vestuarios se vio un Melilla Baloncesto muy diferentes sobre la cancha del polideportivo Pumarín. Muchos más intensos en defensas y apareciendo el acierto exterior, los de la Ciudad Autónoma endosaban un 0-12 de parcial que empataba el encuentro (44-44) cuando casi se habían consumido cinco minutos de este tercer cuarto. Franch lideraba en la cancha anotando y asistiendo a sus compañeros, lo que hacia que los azulinos casi se fueran al último cuarto por delante, de no ser un triplazo de Víctor Pérez para los locales a falta de solo cuatro décimas para el final del acto y que dejaba el electrónico con 53-52 favorable a los ovetenses.

Franch seguían con la batuta dirigiendo a la perfección a los melillenses que encontraban en Rubio desde el triple, un desahogo al trabajo interior que realizaban Balaban y Dos Anjos. Por parte local, Víctor Pérez era quien se echaba el equipo a la espalda y hacia creer que los suyos en el último minuto (71-73). No había anotado ningún punto en todo el partido, pero cuando más caliente se puso el partido apareció Giliing en el Decano. Primero con un triple desde la esquina a falta de 34 segundos que daba cinco puntos de ventaja al equipo y luego con dos tiros libres a falta de 13 segundos para dar la victoria a los azulinos por 75-78.


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