Más de cuatro meses ha tardo el Melilla Baloncesto en volver a ganar lejos del Javier Imbroda. Una racha que rompió en una de las canchas más complicadas de la categorías como es el Marta Domínguez, tras imponerse al Quesos Cerrato por 59-62. La gran defensa de los melillenses en la segunda mitad y el dominio en el rebote ofensivo han sido claves en el triunfo. Bravo y Garrido fueron homenajeados por la afición morada en los prolegómenos del encuentro.

El partido comenzó muy desacertado por ambos conjuntos. Melilla baloncesto buscaba anotar desde el interior pero los interiores siempre encontraban al menos a dos jugadores morados intentando frenar esa via de anotación. Quesos Cerrato tampoco terminaba de encontrar el ritmo pero si algo más fino de cara al aro, lo que le permitió irse con una ventaja de siete puntos al final del primer acto (17-10).

En el segundo cuarto los azulinos seguían sin encontrar sensaciones. Por su parte los de Lezkano aprovechaban anotación exterior de Otegui y las segundas opciones en el rebote para abrir una brecha de diez puntos (24-14, min14). Alcoba solicitaba tiempo muerto y tras el cual aparecieron las figuras de Almazán y Garrido para colocar un parcial 0-7 y acercar a los azulinos en el electrónico (24-21, min.15). Bravo entraba también en partido y con puntos de manera consecutiva ponía al equipo por delante aunque los castellanoleoneses conseguirían igualar la contienda al final del cuarto, marchándose ambos conjuntos a los vestuarios con empate a 31.

En la reanudación los de Alejandro Alcoba se pusieron el mono de trabajo en defensa, subiendo la intensidad en cada una de las acciones y controlando el rebote. Ese buen hacer atrás no se veía recompensado en ataque donde el equipo continuaba desacertado hasta que Bravo con un triple que ponía el 36-40 en el marcador, una vez se habían alcanzado los cinco minutos del tercer cuarto. Melilla Baloncesto se marchaba al último cuarto con solo dos puntos de ventaja (45-47), gracias a un gran Urko Otegui que aguantaba a su equipo en partido.

Dos perdidas consecutivas de los azulinos eran castigados con dos triples palentinos, lo que permitía a los locales dar la vuelta al marcador (56-53). Ventaja que se ampliaría a los seis puntos tras anotar los morados su tercer triples consecutivo de la mano de McDowell (59-53, min. 36). Alcoba dio entraba a Bravo parar mejorar las prestaciones en ataque. Dicho y hecho. El escolta catalán anotaba cinco puntos de manera consecutivas que dejaban la diferencia en un punto (59-58) a poco menos de tres minutos por disputarse.

Tsiaras, conseguía por fin, en el cuarto intento de la noche desde el 6.75, anotar un triple vital para los melillenses que ponía el 59-61 en el electrónico a dos minutos para el final del encuentro. Unos minutos donde los azulinos defendieron con garra su aro. A tres segundo para el final Bravo anotaba un tiro libre que ponía el definitivo 59-62 con el que acabó el partido, a pesar de que McDowell tuvo un el tiro para empatar.


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