El Decano arranca la segunda vuelta con un triunfo en un final de infarto ante Chocolates Trapa Palencia por 69-72. Los de Alejandro Alcoba dominaron durante casi la totalidad del encuentro gracias a un imperial Fran Guerra (33 val.), pero acabaron llevándose la victoria en el carrusel final de tiros libres, donde se mostró más acertado.

El encuentro comenzaba con un leve retraso debido a un problema en una de las canastas. Este raro comienzo se notó en ambos equipos, aunque bien es cierto que los melillenses centrando su juego en Guerra mostraba algo más de fluidez ofensiva. Aun así, ninguno parecía sentirse como en el choque, especialmente en el plano ofensivo, como refleja el 4-9 que reflejaba el marcador cuando ya se habían disputado siete minutos de encuentro. Mejoraba en el rebote el conjunto de la Ciudad Autónoma, algo de lo que había hablado Alejandro Alcoba antes del encuentro, a lo que sumó el acierto exterior y que permitía irse al Decano con una renta de trece puntos (8-21) al final del primer cuarto.

En el inicio del segundo cuarto comenzaron los problemas para los azulinos. La falta de circulación en ataque, provocaba numerosas pérdidas, y generaba dudas en el equipo y que permitía a los palentinos correr y meterse en el partido gracias a unos buenos minutos de Cvetinovic. Además, la situación se agravaba con la perdida nuevamente de la batalla del rebote con lo que se llegaba a tres minutos para el descanso con la renta en solo cinco puntos (24-29). Reaccionaron los melillenses tras el tiempo muerto solicitado por Alejandro Alcoba y con un parcial 0-7, recuperaba el terreno perdido (24-36). Dos posteriores tiros libres de Toledo y una nueva pérdida – 12 en la primera mitad – que aprovechaba Pressley para dejar el resultado en 28-36 al descanso.

A pesar del acierto desde el triple de Samb – dos triples consecutivos – en la reanudación, Melilla Baloncesto veía como Chocolates Trapa Palencia, anotaba con cierta facilidad y cada vez se acercaba más en el marcador 40-44. Los de la Ciudad Autónoma seguían focalizando su juego en Guerra, y el canario respondía en el poste bajo para seguir mantenido al equipo por delante (42-48, min. 26). La entrada en los minutos finales de Kapelan, supuso aire fresco en el juego azulino ante el empuje palentino. Gracias al canadiense se marchaban al último cuarto con una pequeña renta de seis puntos (48-54).

Como ya ocurriera ante Cáceres o Araberri, daba la sensación que la historia iba a volver a repetirse ante Chocolates Trapa Palencia. Tras ir dominando durante todo el partido, los de Joaquín Prado tomaban el mando del encuentro (62-56) a 4:20 para el final del encuentro. El Decano no encontrabas vías de anotación, y lo peor, las sensaciones que transmitían no se parecían a las de los tres cuartos anteriores. Desde la pintura, con Fran Guerra imperial, los azulinos despertaban y lograban una renta de tres puntos (65-68) a 25-6 segundos para el final, tras la canasta de Durán. Los segundos finales fueron un carrusel de tiros libres, donde los melillenses salieron mejor parados y acabaron llevándose el partido por 69-72.