El Club Melilla Baloncesto certificó su pase la Final Four, tras vencer por 77-71 a Carramimbre Valladolid en el quinto partido de la serie disputado en el pabellón Javier Imbroda. Los melillenses fueron de más a menos, con un gran Jonathan Gilling desde el arco, pero sufrieron al final para poner el 3-2 en la eliminatoria.
Con una gran atmosfera de baloncesto comenzaba el quinto y definitivo encuentro de cuartos de final entre Club Melilla Baloncesto y Carramimbre Valladolid. Como viene siendo habitual en esta serie, los azulinos comenzaban anotando, pero rápidamente los pucelanos recuperaban el mando del encuentro (2-5). Alcoba no terminaba de dar con la tecla de su juego interior. Hasta tres jugadores pasaron por la pintura en este primer cuarto. El acierto exterior azulino en el minuto final permitió a los de Alejandro alcoba marcharse por delante tras los primeros diez minutos de encuentro (19-14).
El segundo cuarto tuvo un claro protagonista en Jonathan Gilling. El alero tenía la muñeca calienta y no dudo en usarla. Cuatro triples consecutivos de danés lanzaban a los de la Ciudad Autónoma que ponían el más veinte en el electrónico a poco más de tres minutos para el descanso. No bajo el ritmo el Decano que, espoleado por un publico, mantenían esa renta al final de la primera parte (46-25).
Si los primeros veinte minutos habían sido de lo mejor de esta serie, no lo fue tanto el inicio de la segunda parte. La zona planteada por Paco García ponía en problemas a los azulinos que tardaron casi cuatro minutos en anotar. Para entonces, Carramimbre Valladolid ya se había colocado a doces puntos (46-34). Reaccionaron los azulinos de la mano de Agada, pero poco duró la alegría ya que Alex Reyes se encargaba de rebajar la diferencia hasta dejarla en los once puntos (60-49) de cara al último y definitivo cuarto de esta serie.
Los nervios atenazaron a los dos equipos en los primeros minutos del cuarto acto. Ninguno veía aro con claridad, y en el posterior intercambio de canastas, Melilla baloncesto mantenía la diferencia (72-60). Comenzaron los problemas en defensivo para los azulinos, unido a la fiabilidad desde el tiro de los pucelanos, llevaba el partido a un inquietante 73-69 a falta de 38 segundos. La templaza y veteranía del equipo melillense se hizo palpable en estos segundos finales para acabar llevándose el partido por 77-71 y el pase a la Final Four.
RUEDA DE PRENSA
GALERÍA
