La pasada y coincidiendo con el Carnaval, el pequebasket vivió un entrenamiento muy especial. Piratas, princesas o rockeros se dieron cita entre los más pequeños, ya que todos los jugadores asistieron a su entrenamiento cambiaron su equipación de baloncesto por un disfraz.

Desde la fundación del Club se ha mantenido siempre la vocación educativa, además quiere imbuir a los alumnos un espíritu deportivo y por tanto incentivar la práctica del deporte. Con esta actividad fomentamos ambos aspectos. Ha sido una iniciativa que seguro se repetirá en los próximos años. Un entrenamiento cuya convivencia ha fomentado el deporte, y a la vez la convivencia entre todos los y las jugadores del pequebasket.