El Club Melilla Baloncesto está a 40 minutos de acceder, por tercera vez en su historia, a la final de ascenso a la Liga Endesa. Mañana martes afrontará ante el Leyma Basquet Coruña, el quinto partido de las semifinales que disputan melillenses y gallegos y que tendrá su desenlace final en Melilla. Un partido que se prevé igualado, pero donde el conjunto contará a su favor con la fortaleza de jugar en el Javier Imbroda.

Y es que el Decano, siempre que ha contado con el factor cancha a su favor, nunca ha perdido un quinto partido de unas eliminatorias por el ascenso en el la Ciudad Autónoma.

En todas esas victorias, el factor clave no ha sido conocer a la perfección los aros o no tener algo más de tiempo para descansar, sino en el incesante apoyo del público melillense que siempre ha significado un plus para la plantilla azulina.

Algo que ya ocurrió en el último precedente en semifinales, donde los melillenses pasaron a la final, tras  imponerse en el último encuentro de la eliminatoria al Cáceres Patrimonio de la Humanidad por 91-81 y en la que el apoyo del Javier Imbroda fue clave. En esta ocasión los azulino también se vieron obligados a recuperar el factor cancha en el cuarto partido de eliminatoria disputado en tierras extremeñas.

Otro precedente los encontramos en esos mismos Playoffs, ya que antes de apear a los cacereños, los de la Ciudad Autónoma también tuvieron que sufrir un quinto partido en primera ronda ante Lleida Basquetbol, tras forzarlo en un cuarto y vibrante encuentro disputado en el Barris Nord. Melilla Baloncesto venció por 71-69 al conjunto catalán en el último y definitivo encuentro, de una serie que se recordará por un Javier Imbroda que ha falta de seis minutos para el final y con el partido cuesta arriba, entonó al unísono un “Si, SE PUEDE” que espoleó al equipo para darle la vuelta al partido.

El primer precedente data de los cuartos de final de la temporada 2009/10 que enfrentó al Decano con el Sant Josep Girona. Tras marcharse a Fontajau con un 2-0 a su favor en la eliminatoria, los azulinos sufrieron en el cuarto partido la ira triplista gerundense – anotaron 19 lanzamientos desde la línea de 6.75 metros – para forzar el quinto encuentro. Partido disputado en Melilla y en el que Melilla Baloncesto cuajó un espectacular partido y acabo venciendo por 87-61.

El Javier Imbroda siempre ha sido un talismán para el cuadro melillense, y siempre, con una afición melillense que ha sabido responder en los momentos complicados cuando su equipo lo necesita. Este martes el Club Melilla Baloncesto se juega cuatro después colarse en la final de ascenso y a buen seguro la ciudad responderá a la cita.