Salía muy bien el Melilla Sport Capital en la cancha del Wizink Center. Con una canasta de un activo Alex Llorca, quien cumplía su partido 200 en la LEB Oro, los azulinos conseguían sus primeras (2-8), lo que obligaba a Jota Cuspinera a parar el partido. Tras el tiempo muerto, los colegiales subieron líneas en defensa y comenzaron a dificultar el ataque azulino, hoy de blanco. El desgaste físico era grande y las rotaciones para ganar ese oxigeno y el motivado por las faltas personales de los interiores, hoy sin De Thaey ni Barro, hicieron que los de la ciudad autónoma se fueran al final de los primeros puntos con solo un punto de ventaja (17-18).
Un 0-7 de salida a favor de los de Arturo Álvarez en el comienzo del segundo cuarto hacia soñar al equipo, que mandaba en el Wizink Center por 17-25. Pero si algo tiene Movistar Estudiantes es fondo de armario y una intensidad que pocos equipos pueden poner sobre la cancha. Poco a poco, pero sin facilidades, los locales fueron recortando la diferencia para darle la vuelta al electrónico y marcharse a vestuarios con una renta de siete puntos (37-29).
En la reanudación, Movistar Estudiantes fue definitivamente a romper el partido. Desde el triple, los colegiales conseguían poner catorce de diferencia (50-36) alcanzado el ecuador del tercer acto. Respondió también desde el perímetro con junto de la ciudad autónoma, pero solo valió para que los madrileños, en modo crucero, no se escaparán más de cara al último cuarto, al que se llegó con el marcador de 63-49.
Ni mucho menos iba a tirar por la borda el equipo de Arturo Álvarez el buen trabajo realizado. Tirando de casta y con unos buenos minutos de Gorgemans y Mendiola, la diferencia se reducía a ocho puntos, con 3:30 por jugarse. El intercambio de canastas en el derivó el encuentro no sirvió para que los melillenses recortarán y finalmente acabaron cayendo por 76-66.
RUEDA DE PRENSA
