No podía marcharse el Club Melilla Baloncesto por la puerta de atrás en esta final de ascenso. Los melillenses forzaban el cuarto partido tras imponerse por 78-74 al ICL Manresa en el tercer partido disputado este viernes en el Javier Imbroda. La igualdad fue la tónica del partido, pero los melillense tuvieron en su afición y en un gran Diego Kapelan sus factores diferenciales.

El Melilla baloncesto saltaba al Javier Imbroda pisando el acelerador consciente de todo lo que se jugaba hoy. En ese ímpetu se reflejo rápidamente en el marcador que reflejaba un 11-4 a los cinco minutos de encuentro. Ocampo paraba el partido para llamar al orden a los suyos. Su llamada funcionó para darle la vuelta al partido y marcharse por delante en el marcador (13-14) al final de los primeros diez minutos de encuentro.

En defensa ambos equipos cumplía, pero en ataque ni melillenses ni manresanos estaban finos. De hecho, apenas se anotaron cuatros puntos entre ambos en los casi cuatro primeros minutos del segundo acto (15-16). El Decano conseguía irse a vestuarios con ventaja (27-25) gracias en gran medida a la aportación de Diego Kapelan.

En la reanudación del choque y liderado por un buen Guerra en el poste bajo, los de la Ciudad Autónoma conseguían abrir un brecha de ocho puntos (39-31) cuando se sobre pasaba el ecuador de este tercer acto. De la mano de Nacho Martín, los catalanes comenzarían a remontar para acabar dominado el partido al final de cuarto (45-49).

Con la inercia del tercer cuarto, ICL Manresa conseguía marcar máxima de partido (45-54), tras un triple de Gintvainis y cuando solo se había cumplido dos minutos del este último cuarto. Los de Alejandro Alcoba estaba contra la cuerdas, pero emergió el “factor Imbroda”. Casi no lo había durante la temporada, pero la afición azulina sabñia que hoy era el día. Con el aliento del público y con un imperial Diego Kapelan, los azulinos conseguían empatar el partido (65-65). Como ya ocurriera en los otros dos encuentros de la serie, el Club Melilla Baloncesto tuvo la bola para ganar el partido, pero el tiro de Pablo Almazán no entró y el partido se fue a la prórroga. La segunda en esta final.

La prórroga seguía reflejando la igualdad reinante entre ambos equipos durante toda la serie. Si en el primer encuentro disputado en el Nou Congost el factor diferencia fue Jordi Trias, en ocasión el turno fue para el capitán de la nave azulina Pablo Almazán. Cinco puntos consecutivos del granadino servían para poner al equipo por delante en el último minutos del tiempo extra (76-73). Melilla Baloncesto supo templar los nervios finales y llevarse finalmente la victoria por 78-74 ante el jolgorio del publico que llenaba las gradas del Javier Imbroda.


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FINAL |  Club Melilla Baloncesto  - ICL Manresa (Jornada 3)