Ya en los primeros minutos se notaba que era el primer encuentro de ambos conjuntos, con muchos fallos y precipitaciones, algo típico en este tipo de partidos (5-5, min 4). Alcoba rápidamente comenzaba con las rotaciones que daban un aire nuevo al equipo 8 (14-11, min. 6). Unos buenos minutos finales de Pablo Almazán y van Wijk, ante la dureza sevillana, dejaba la diferencia en cinco puntos (22-17) al final de los primeros diez minutos.
En la salida del segundo acto los azulinos apretaron líneas y comenzaron a distanciarse en el marcador. Un triple de van Wijk ponía un colchón de diez puntos (29-19), cuando apenas se había consumido tres minutos de este periodo. La entrada de Rivero en el campo dio aire fresco al Decano desde la anotación y moviendo el equipo, aumentándose la diferencia hasta el 42-24 que reflejaba el electrónico a falta de tres minutos para el final del primer el tiempo. Aun así, los sevillanos no iban a tirar la toalla y reaccionaron endosando a continuación un 0-12 de parcial que dejaba el marcador en un 42-32 al final de los primero veinte minutos.
En la reanudación del partido de nuevo apareció la figura de van Wijk, quien desde la línea de 6.75 metros, ampliaba de nuevo la diferencia a los veinte puntos (60-40), máxima de partido. Un nuevo arreón al final de tercer cuarto de los aceituneros recortaba la diferencia y ponía el 60-47 al final del acto.
El cuarto periodo sirvió para que los de Alejandro Alcoba siguieran probando cosas y dando minutos a todos los jugadores, pero siempre sin perder el ritmo al encuentro. Al final victoria por 76-63 en el primer test de los melillenses en esta pretemporada.