En la temporada 2005/06 dos jóvenes jugadores, uno de veinticuatro y otro de veintitrés años, se juntaban por primera en un equipo de baloncesto para disputar la mayor competición continental, la Euroliga en las filas del AEK. Sus nombres dos viejos conocidos de la afición melillense, el actual alapívot del Decano Giorgos Tsiaras y el interior Taylor Coppenrath, hombre franquicia del próximo rival azulino, el Ford Burgos.
La forma en la que ambos coincidieron en el conjunto ateniense fue muy diferente. Coppenrath llegaba en verano de 2005 para sustituir la marcha al Unicaja de Sandro Nicevic. El norteamericano disfrutaba así de su primera experiencia profesional tras un gran periplo universitario donde en su años sénior fue finalista a mejor jugador de la NCAA y lideró a la Universidad de Vermont a disputar el “Sweet Sixteen” con unos promedios de más de 25 puntos por encuentro.
Allí le esperaba Tsiaras, un año menor que él, y que a pesar de su corta edad, cumplía ya su quinta temporada en el club de la doble águila. El alapívot heleno despuntó desde muy joven como una de las promesas del baloncesto griego, y en 2001, con tan solo diecinueve años y tras proclamarse campeón de Europa Sub20 con la selección de Grecia, firmaba su primer contrato profesional con el AEK, donde viviría la última etapa dorada del conjunto amarillo y negro.
Ambos jugadores congeniaron rápidamente en un vestuario repleto de jóvenes jugadores entre los que se encontraban Chalmers, Bourousis, Papanikolao o Pelekanos. Y es que la crisis en el país Griego comenzaba a notarse y ello había impedido al AEK a retener a sus grandes estrellas.
Aun así, el equipo dirigido por Lefteris Kakiousis acabó la competición domestica en séptima posición, llegó a la semifinales de la copa griega cayendo ante el todopoderoso Panathinaikos y se coló en Last 24 de la Euroliga.
En cuanto a nuestros dos protagonistas, la temporada fue muy distinta para cada uno de ellos. Coppenrath realizó una excelente temporada, promediando más de doce puntos de media en la competición domestica y once en Euroliga. Una inoportuna lesión de espalda a mediados de marzo y con todo por jugarse, puso fin a su primera experiencia europea. Mientras tanto Tsiaras fue de menos a más. Comenzó contando con muy poco minutos en el inicio de temporada y terminó la temporada promediando casi nueve puntos en poco más de quince minutos de juego.
En verano de 2006 ambos jugadores separaron sus caminos. Coppenrath, tras probar suerte en Italia al año siguiente, aterrizó en la Adecco Oro en la temporada 2007/08 donde ha brillado desde entonces en varios equipos logrando varios ascensos y copas príncipe, incluida la conseguida con Melilla Baloncesto al que lideró en la consecución de su tercer entorchado en la temporada 2009/10. Por su parte Tsiaras, hasta firmar por el conjunto de la ciudad autónoma este verano, siguió la mayor parte de su carrera en Grecia, siendo un jugador referencia en equipos importantes como Olimpia Larissa, PAOK, Panionios o Aris.
Tras reencontrarse el pasado mes de octubre en El Plantío, en el encuentro que enfrentó a Ford Burgos y Melilla Baloncesto, este viernes volverán a verse las caras en el Jaiver Imbroda, una cancha muy familiar para los dos y que ambos conocen a la perfección.
(Fotos: www.aek.com y Diario de Burgos)