Se acabó el sueño. El Melilla Baloncesto dijo adiós a la temporada y sus posibilidades de jugar la próxima temporada en la ACB, tras caer el quinto partido de la final de ascenso ante ICL Manresa en el Nou Congost por 97-67. Los melillenses solo aguantaron el primer cuarto ante un cuadro catalán que acabó venciendo con claridad y endosando un excesivo castigo a los melillenses

Inspirado en el lanzamiento exterior. Así comenzaba el Melilla Baloncesto este quinto y definitivo encuentro de la final de ascenso a la Liga Endesa. Hasta cinco veces perforaron los azulinos el aro manresano en este primer cuarto, con un Durán especialmente inspirado, y que permitía a los azulinos acabar por delante (18-19). tras los diez primeros minutos.

Con la inercia del acierto exterior del primer acto arrancaba el segundo para los melillenses. Djuran anotaba desde la esquina para poner el 18-22 en el electrónico. Ello obligaba a abrirse a la defensa catalana, algo que aprovechaba Javi Lucas para anotar cuatro puntos consecutivos (21-26) cuando aún no se habían consumido dos minutos. Pero aquí se acabó Melilla Baloncesto en este cuarto. La falta de acierto comenzaba a disminuir y la defensa de los catalanes nublaba las ideas de los azulinos que intentaban tirar de individualidades sin existo. ICL Manresa cada vez se sentía más cómodo en el encuentro, robando y corriendo con facilidad para dar la vuelta al partido con unos buenos minutos de Costa (32-28). La diferencia comenzaba a crecer, a pesar de los intentos de Alejandro Alcoba de cambiar la dinámica, pero las pérdidas y precipitaciones seguían siendo un lastre muy grande en este final de segundo cuarto al que se llegaba con 46-33 a favor de los locales.

En la reanudación, ICL Manresa dejó claro que iba a todas desde el primero minuto de la segunda parte. Desde una gran defensa que ahogaba el ataque de los de la Ciudad Autónoma, los de diego Ocampo colocaban un diferencia de más veinte puntos (56-36) a cinco minutos para el final de este tercer cuarto y que dejaba la final muy encaminada para los manresanos. No había atisbo de reacción por parte melillense que seguía errático y precipitado en ataque. Mientras, los locales corrían y anotaban con facilidad para irse al último acto con una cómoda ventaja (76-50).

El último cuarto no tuvo emoción alguna con un ICL Manresa en velocidad de crucero hacia la victoria. Los locales se gustaron ante su público en los minutos finales para acabar venciendo con autoridad por 97-67 y acabando con el sueño azulino del ascenso.