Melilla Baloncesto se acerca al sueño del ascenso tras hoy al Peñas Huesca por 91-64 y poner el 2-0 en la eliminatoria. El Decano fue de menos a más para acabar jugando uno de los encuentros de la temporada ante un Javier Imbroda lleno hasta la bandera. El más destacado de los melillenses volvió a ser el pívot Edu Hernández-Sonseca con 20 de valoración.

Dicen que el segundo encuentro de una eliminatoria al mejor de cinco es siempre muy importante. Ambos conjuntos sabían lo que se jugaban en el encuentro y eso se notaba en el inicio donde las imprecisiones en ambos conjuntos, más en lado melillense se hacían notar. Ello provocaba que los peñista abriesen la primera diferencia en el partido mediados el primer cuarto (6-12).  De la mano de Zengotitabengoa, los de Alejandro Alcoba comenzaron a ver la luz en ataque. Aunque los melillenses llegaron a poner por delante un canasta de Bordignon dejaba en tablas (16-16) el primer acto.

Si en el primero les había costado anotar a melillenses y oscenses, el inicio del segundo cuarto fue totalmente diferente. Los dos equipos veían aro con facilidad, aunque ninguno conseguía despegarse en el electrónico (26-26, min. 14). Alcoba decía apostar con dos Sanz y Franch en cancha y la formula funcionó. El Decano generaba buenas situaciones de tiro y con un triple de Franch, el equipo se distanciaba en el marcador. Cinco  puntos consecutivos de Suka, jugando a la perfección las situaciones de bloqueo, ponía el 48-34.

El paso por los vestuarios era lo mejor que le podía pasar a un Peñas Huesca muy tocado tras ese gran parcial en contra. Los de Quim Costa eran conscientes de que sus opciones de intentar pelear por la victoria pasaban por un buen arranque de tercer acto y a eso se pusieron: 4-10 en poco más de tres minutos (52-44). A diferencia del primer periodo,  Alejandro Alcoba sí que paraba el encuentro para cortar de inmediato el arreón oscense. Y los melillenses reaccionaban a través de la defensa. Si en tres minutos habían encajado diez tantos, hasta el final del periodo solamente concedían nueve tantos más, dos de ellos sumados en los momentos postreros del cuarto. En ataque, Melilla Baloncesto recuperaba una fluidez que le permitía afrontar el acto final incluso aumentando la renta del descanso (69-53).

Los de la ciudad autónoma habían contenido la escaramuza de los oscenses y afrontaban el acto decisivo con una cómoda renta. Toda la presión se trasladaba a su rival, al que parecía que las fuerzas y el acierto habían abandonado. Los de Quim Costa bajaron definitivamente los brazos después de ver como Eduardo Hernández-Sonseca, el gran protagonista del primer encuentro, anotaban dos triples seguidos que mandaban el partido a un ya definitivo (+25). Restaban poco menos de cinco minutos para el final y la grada del Javier Imbroda disfrutaba con un equipo que puede hacer historia el próximo viernes en Huesca, tras acabar imponiéndose por 91 a 64.

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